Micro-macro cosmos
El proyecto se basa en la realización de imágenes partiendo de una provocación en parte aleatoria, cuyo resultado definitivo son unas finas manchas delicadas de acuarela. Esta característica es lo primero que el observador puede ver, pero va más allá.
En cuanto al juego con la calidad técnica de la acuarela, como sus transparencias, las finas líneas por acumulación de pigmento en los bordes, atan adecuadamente con la parte humana que se ha utilizado reiteradamente en el proyecto Un vacío, un agujero, un corazón roto: el ojo. Las cualidades técnicas ayudan a soportar las ideas de la fragilidad humana, las transparencias como un símbolo de las partes que cada individuo deja entrever del fondo de su persona, dando juego a estas luces y sombras como metáfora de los pensamientos oscuros, escondidos y misteriosos , y lo que se muestra. Creando así un camino a la mirada del espectador, que es adentrarse en los iris oculares en constante “movimiento”, que te conducen a la luz interior o alma, simbolizada con el pan de oro.